miércoles, 24 de febrero de 2010

Un ilusionado en el martillo

Me llega la noticia que uno de nuestros "hermanos de la ilusión" va a mandar en 2010 el paso del Santísimo Cristo de la Lanzada.

Si pongo como título que D. José Carlos Torres Milena será el nuevo capataz del Señor de la Lanzada, seguro que la gran mayoría ni sabéis de quien se trata, pero nos referimos a él como Chiqui, a buen seguro que no solo nuestra gente, sino casi toda la Granada Cofrade acierta a conocerlo.

Este afable grandullón, lleno de ocurrencias inimaginables cuando está entre amigos, se transforma en un hombre verdaderamente serio y plenamente concentrado cuando se ponde delante de un paso. Ya en su trayectoria al mando de la Cuadrilla de la Expiración ha demostrado que su amplia experiencia bajo los pasos le ha servido para transmitir una seguridad y confianza a sus costaleros como hemos visto en pocos casos.

En la Lanzada ha sido costalero, miembro de su Junta de Gobierno, músico y ahora capataz. Los que andamos cerca de él sabemos que ha meditado la decisión estudiando todas las variantes y buscando soluciones antes de dar una respuesta definitiva. Así seguro que le irá bien, hará lo que pocos pueden hacer, formar cuadrilla a un mes escaso de la salida, y seguro que llevarán al Moreno del Zaidín con entereza, dignidad y costalería.

Desde aquí queremos dar la enhorabuena a nuestro hermano Chiqui. No le deseamos suerte porque no la necesita. Ya tiene los conocimientos y la experiencia. La suerte es solo para los malos.

Eso sí, ten muy presente Chiqui, que el Señor de la Sentencia y la Reina de las Maravillas estarán contigo para velar por tu gente el martes santo, como también estará cerca de tu corazón tu Cristo Escolapio. Esto es solo para valientes Chiqui, así que lo dicho: al toro.


martes, 9 de febrero de 2010

La carne de gallina

Acabo de recibir una llamada de teléfono, y tengo que confesar que en cuanto he colgado me ha recorrido por la espalda un repelús y se me ha puesto la carne de gallina.

Tranquilos no es nada malo, sino todo lo contrario.

La cuestión es que nuestra hermandad había invitado a la Agrupación Musical María Santísima de la Estrella, del Albaycin, de nuestro barrio, a participar en el X Certamen de Marchas Procesionales "Memorial Miguel López Escribano". Ya de hecho habíamos recibido la aceptación de la invitación de manera verbal por parte de su presidente, así que todo iba por buen camino.

Pero el camino aún ha sido mejor. Me acaba de llamar la Secretaria de nuestra hermandad, para comunicarme que la AM María Santísma de la Estrella ha dedicado una nueva composición a los costaleros de nuestra hermandad, bajo el título "Costaleros de la Ilusión", y que será estrenada en dicho certamen.

Desde aquel diciembre de 1995 en que nuestra Junta de Gobierno aprobó la confección de la cuadrilla propia, y desde aquel Domingo de Ramos de 1996, esta cuadrilla nunca buscó notoriedad ni reconocimiento, teniendo por único objetivo poder llevar a nuestros Sagrados Titulares con humildad, con dignidad y con la entrega que Ellos se merecen, pero no se puede evitar que la bola de nieve crezca, ni tampoco hay nada de malo en ello, hasta llegar a aquel frío invierno de 2006, en el que se renovaron las fuerzas ante los cambios planteados, y en el que el bueno de Tiri acuñó el término de "Cuadrilla de la Ilusión", probablemente contagiado por el entusiasmo con el que acometimos aquel lío tan grande, que ahora tiene su recompensa en la forma de los sones Albaycineros de la Estrella.

Solo me queda dar las gracias a nuestros vecinos de San Cristóbal y en especial al autor de la marcha Antonio Moreno Pozo, y recordar a los míos, que el hecho de tener una marcha dedicada, debe servir para recordarnos quienes somos y de donde venimos, y que hay que mantener ante todo el carácter que siempre nos caracterizó: humildad, entrega e ilusión.

Finalizo recordando que nuestra cuadrilla tiene un lema, que siempre tenemos que llevar muy alto: DOS PASOS UNA CUADRILLA.

Ilusión para todos Ustedes....


 

lunes, 8 de febrero de 2010

Un poquito de arte caletero

Hace unos pocos años, un buen amigo gaditano me intentaba explicar lo que era la esencia del Carnaval. Era difícil que a uno como yo, que ha nacido acunado por la brisa de roble y castaño de Sierra Nevada, y no por el aire salado de La Caleta llegase a captarlo. Entonces este buen amigo optó por lo contrario, es decir, por mostrarme lo que no era la esencia del carnaval.

Me contaba que el carnaval de cai no es el concurso del Falla ni la hoguera de vanidades que representa. Tampoco la esencia del carnaval era el inmenso botellón en la Plaza de San Antonio, como tampoco lo era el dormitorio improvisado en el Parque Genovés, ni tampoco el mogollón en la puerta de las peñas.

Al bueno de Antonio le costó tela que yo llegara a entenderlo. Tanto como paradas hay entre el Palillero y la plaza la Mina, en las que cruzábamos caldos de la zona de Sanúcar en busca de mi iluminación definitiva en artes carnavalescas caleteras. Al final, entre el paseo, la jumera, y la insistencia del bueno de Antonio creo que llegué a compreder: AHHHHHH, el carnaval es LA CALLE, osea algo parecido a esto:



Por cierto, que en todos lados cuecen habas ¿que no?