Precisamente por eso, porque es una historia de amor, Lux Albae es la banda sonora de días como estos, en los que uno se siente protegido bajo el amparo del amor de sus hermanas de sangre (al fin y al cabo soy el enano de la familia). Bajo el amor de los que te quieren y te respetan que en mi caso, me he dado cuenta que eran más de los que yo pensaba. Bajo el amor de "mis niñas", que aún estando en la costa estos días me llaman varias veces a lo largo del día porque saben que oir sus voces me reconforta y me colma de paz. Bajo el amor de un DVD, de un azulejo, de un collage y un monopoly que son mucho más que plástico, barro, fotografías o nombres de calles y monedas.
Si algo se saca de bueno de estos reveses cofrades, es que siempre le queda a uno una historia de amor por vivir y lo mejor de todo, saber que esa historia ni se compra ni se vende.