viernes, 17 de julio de 2009

Ahora que aprieta la calor... reflexiones de Abuín


Buenas tardes a todos. Ahora que aprieta la calor, ahora que la semana santa queda aparentemente lejos pero impresa aun la pasada en nuestras retinas por siempre Señor, siempre es hora porque no, para hablar de costalería y de costaleros. Yo siempre lo he dicho, y creo que estaremos de acuerdo, en que siempre habrá cuadrillas mejores, pero como la mía, en la que yo estoy o mientras estuve, no la hay ni mejor ni más buena. Y esto es y debe de ser así. Por lo menos de las puertas del convento para fuera.

Luego, como no, hay que ser autocrítico, intentando siempre buscar lo mejor para la cuadrilla y como no para la hermandad. Estilo, idiosincrasia, equipo humano, tanto el de fuera como el de dentro. Una cosa ya tenemos ganada, al menos en lo referente a lo humano. Las demás, con trabajo y esfuerzo siempre llegarán y cuando menos lo esperemos recogeremos la recompensa a lo sembrado, y los frutos serán grandes y con mas sabor, alimentando nuestras sensaciones y nuestras esperanzas, las que tenemos depositadas en que así será en un futuro. Al menos no nos falta la Ilusión... esa que siempre ha acompañado a esta cuadrilla, prácticamente desde su creación, y que con el cambio a costal, solo vino a acrecentar mas si cabe la misma, y nos doto de un halo "maravilloso" donde se respira amistad, compañerismo, hermanamiento, y en definitiva creencia y fe... fe en nosotros y en el mismo Dios Sentenciado a Muerte, y creencia en que con dedicación, esfuerzo y compromiso, se pueden lograr metas inalcanzables hace años, pero que cada vez se nos muestran mas cercanas y al alcance de nuestras manos.


Hace ya más de tres años, cambiaba esta cuadrilla de sus maneras tradicionales, al técnico e hispalense método de carga para unos y para otros el siempre tan denostado y arrogante costal... y ensayando con la parihuela del Huerto, ya las sensaciones iban alterando el ritmo y el latido de nuestros corazones. Savia nueva bajo los palos, caras nuevas que se iban mezclando con las sombras veteranas de hombros curtidos y camisetas blancas. El sudor se palpaba a cada chicotá, mientras se daba una vuelta interminable por el Campo del Príncipe, lugar del cual siempre pensé que es un lugar idílico para ensayar con un paso. Que suerte que tienen algunos de poder pasearse durante la cuaresma por aquellas calles benditas del realejo, y mientras recordaba ensayos interminables de mañanas dominicales con la parihuela de la amargura, trabajando bajo las ordenes de José Manuel Almendros con la cuadrilla de la Soledad del Calvario, mientras recorríamos la calle molinos buscando los Jardines de Belén, justo en frente de Emasagra.

"Los elegantes" nos llamaban a aquella cuadrilla por aquellos entonces. Las vueltas que da la vida... quien te ha visto y quien te ve Soledad. Pero no nos perdamos y sigamos hablando de la cuadrilla de la Sentencia. Denominada desde un principio como la Cuadrilla de la Ilusión, y que razón tenían y teníamos en que ese era el verdadero nombre de esta cuadrilla.

En enero de 2006, en esos días fríos de nuestro querido invierno granadino, empezamos los ensayos y poco a poco se fue gestando una gran familia. Hermanos en Cristo, que en las tardes del domingo mas bonito del año, sacan a pasear a la Sentencia de Mora, para satisfacción de los cofrade granadinos y como no, de los que nos visitan esos días. El cambio a costal vino a ser un revulsivo en la cuadrilla y el intento de dar un giro en la trayectoria de lo que venia siendo la cuadrilla del Señor. Se consiguió con creces. Ha llovido ya desde 2006 y aunque cuatro han podido ser las estaciones de penitencia realizadas, nos quedamos en 2007 bajo el techado de San Pedro por las condiciones climatológicas de una semana santa que es mejor no recordar.


Hay que reconocer la ayuda de muchísimas personas que durante estos casi cuatro años, se han dejado noches en vela y horas perdidas y robadas a su familia, por estar dando el todo por el todo, buscando solamente el bien de la gente de abajo. Eso ya cuanto menos es de alabar y de aplaudir. A la hermandad del Huerto por su prestancia, su apoyo y su campanario, gloria bendita del realejo donde siempre fuimos bien recibidos y atendidos. De hecho en dicho campanario por pequeño que os parezca a aquellos que lo conozcáis, allí se dio la primera charla en cuestiones de ropas y hechuras, de hacerse la misma y ponérsela en su sitio. En fin, que parece chico, pero nada mas allá de nuestra imaginación. En el campanario caben muchos corazones, y siempre hay un hueco para unos cuantos mas.

Dar las gracias infinitas también a la Hermandad de la Burra, la cual nos cedió la parihuela de su misterio, allá en el parking de San Jerónimo, para proceder a los primeros ensayos. A su capataz Alberto Ortega, el cual atendió siempre amablemente cuantas consultas y preguntas me consta que le hicieron los aun inexpertos en muchas facetas sobre todo del costal, como fueron Roberto y Alfredo en su día. A la gente que nos apoyo en todo momento, a todas las mujeres, novias y amigas que estuvieron aguantando estoicamente las tardes de sábados hasta que nos veían entrar por las puertas, "cansaos y molios", pero con una sonrisa de oreja a oreja.
También a todos aquellos costaleros con mayúsculas, que se acercaron a los ensayos y con los que siempre encontrabas un rato de tertulia para intentar sacar mas provecho al ensayo, o simplemente dar siempre un poquito mas debajo del paso, y poner en practica cuanto consejos siempre debes coger de quien bien te quiere y te asesora.


Al Tiri, José para sus amigos, ese que escribe en un blog con renglones Torcidos con T de Triana. Al Rubio Canijo de las medias de Torero. A la gente del Palio, Manolo y Luis Carlos - Luis Carlos y Manolo, tándem donde los haya, que tanto monta como que monta tanto... no se que sería de ellos solos delante de algún paso, el uno sin el otro y/o viceversa. A Guille, verdadero artífice de que se cumpliera el sueño. Al Molí, que se empeñaba en coreografías intensas e impensables para un paso que él quiere como el que mas, o mas que el que mas... a los largos de la delantera, arte, categoría y saber estar cuando cae la morterá de kilos... los mellizos y compaña, privilegiados de llevar al señor en todo lo alto, como lo son el primer palo y el segundo... locos y largos.


A la gente del Padul, chapó... a la gente de Huelma, impresionantes y cada día más y más. A Christian, redentorista sentenciado y auxiliador. A David Justicia, Luis Gallegos, Curro, Kiko y el Abuelo, por aguantarme en su palo toda esa mágica tarde de domingo de ramos y en definitiva a todos los que salieron ese 9 de abril de 2006. Gracias a todos y gracias Al Señor de la Sentencia, por permitirme formar parte de lo que en un principio fue un sueño, luego una ilusión y después una realidad... seguid trabajando así, hermanos sentenciados... que los frutos llegarán. Seguro que llegarán... y el estilo Sentencia, también.

Siempre en mi corazón y Cuadrilla de la Ilusión... por siempre, Sentencia al Cielo de San Pedro. Que buena tarde aquella del 9 de abril.

Francisco Abuín

2 comentarios:

tertulialoscaninas dijo...

...Y parece que fue ayer, que razón llevas Abuin. Ilusion por los todos sitios y dispuestos a todo. el cambio a costal nos hizo crecer como cuadrilla y despertar la ilusion que llevabamos dentro y que no nos atreviamos a sacar. De todas formas queda mucho por hacer, es mas, siempre quedará mucho por hacer pero aquel Domingo de Ramos de 2006, quedará en la memoria esta querida hermandad. Un abrazo desde Huelma.

Anónimo dijo...

Abuín te queremos.Guillermo Padilla