miércoles, 23 de julio de 2008

Fallece Antonio Sánchez Osuna


La pasada madrugada, falleció tras una larga enfermedad el maestro del martillo de Granada, el capataz de capataces Antonio Sánchez Osuna.
La inmensa mayoría de los que hoy estamos vinculados al mundo de la trabajadera, ni siquiera habíamos nacido cuando Antoñín ya golpeaba los martillos de los pasos granadinos mandando cuadrillas de asalariados. Después fue el motor fundamental de la creación y arraigo de los hermanos costaleros en Granada, e incluso culpable en buena medida de la fundación de alguna hermandad.
Los tiempos, que cambian que es una barbaridad, han avanzado de manera inexorable y Antoñín supo crear su escuela y dar el paso atrás en el momento oportuno para darle paso. Hasta en eso ha sido un ejemplo.
Pero ante todo, por encima de su grandeza como capataz, que la ha tenido y siempre estará presente, estaba su grandeza como persona. Su gran humanidad y su inmensa bondad.
Yo sé que muchos de los que leáis esto no habéis conocido a Antonio, ni mucho menos trabajado a sus órdenes (yo tampoco). Tan solo es un nombre que muchos habéis oído como una leyenda, pero tened presente que estamos obligados a conocer nuestra historia y honrar la memoria de quienes la han hecho grande.
Hoy todo granadino que se sienta costalero, ha quedado huérfano de uno de sus grandes maestros. Su legado estará siempre entre nosotros.
Ha fallecido un buen hombre, un amigo, UN CAPATAZ.
El blog de la Cuadrilla de la Ilusión permanece de luto en estos días.

jueves, 17 de julio de 2008

El mérito de la constancia


Llegó con una juventud insultante y la osadía propia de los que aún no han aprendido que el que saca la cara se lleva la bofetá... Comiéndose el mundo, con muchas ideas y muchos impulsos, como correspondía a su edad. En lugar de pasar las horas muertas de las mañanas de cuaresma en la cafetería de la facultad, prefirió llevar sus pellas hasta San Pedro, para allí saber lo que es llevar a los romanos al hombro desde el Convento, montar y desmontar mil veces el canastillo, o buscar a Maroto en su oficina.
Casi se acababa de fundar la cuadrilla y muchos jóvenes llegaron como él, pero la vida en unos casos, y la falta de afición en otros, hicieron que hubiera, como en casi todas la cuadrillas en formación muchas idas y venidas, aunque él, supo sentenciarse y empaparse de las maravillas de María desde el primer momento y ahí ha estado siempre, con su inseparable Moli, después con su Fátima del alma (¡por Dios!, ¡que niña más guapa!).
Llegado el momento supo comerse el marrón de vestirse de negro con una cuadrilla que una y otra vez había que recomponer. Lo hizo y fue digno del cargo. Después supo ver que su momento ya había pasado y volvió debajo, demostrando la humildad del que se sabe al servicio de su hermandad, y la costalería del que está de verdad por El de Arriba y por sus compañeros.
Con su pinta impecable de abogado emprendedor, elegante hasta en tirantas, siempre tiene una palabra educada, un saludo encantador. Tiene el curioso don de la compostura, que mantiene hasta cuando los fresquitos van cayendo y las tonterías van fluyendo por la boca.
En resumen, sea este nuestro modesto homenaje a la constancia de un amigo, de un hermano. Te queremos Guillermo.

miércoles, 2 de julio de 2008

INVASIÓN MARAVILLOSA

Ya terminó el curso cofrade. Ha sido un fin de semana inolvidable, desde el traslado de nuestros titulares del viernes hasta sus capillas, hasta la clausura del curso en los cultos colectivos de todas las hermandades de la Parroquia el domingo más próximo al día de San Pedro, que este año coincidía.
Para colmo el día lo rematamos con el alegrón de ESPAÑA CAMPEONA, que aunque no tiene nada que ver ni con lo cofrade ni con este blog, pues no deja de ser un alegrón.
Como el verano puede hacer decaer estos andurriales cofrades, y además nadie me manda fotos del traslado (yo estaba ocupadillo), vamos a ir recordando flashes del pasado curso cofrade.



Para empezar recordatorio de una noche fría de invierno, tras la presentación del cartel por el ínclito Don Escolástico, decidimos asaltar el Realejo e invadir alguna que otra casa de hermandad. Aquí están las hordas maravillosas en plena tarea de invasión de la casa de hermandad del Rosario. La plaza fue tomada sin novedad, aunque hay que reconocer que por parte de los sitiados resistencia poca, todo lo contrario, puertas abiertas y a tratarnos de lujo, como siempre. Esto es ir a invadirlos y acabar como en casa.